Acción de Gracias del Hermano Mayor D. Antonio Raúl Raigón Nadales pronunciadas en la Solemne Eucaristía de Clausura del Año Jubilar.
Iglesia del Espíritu Santo en La Rambla.
6 de enero de 2023.
Después de 400 años de sembrar tras el Divino arado de Tu cruz la semilla de la Esperanza verdadera. De haber reflejado en cada rostro de los necesitados el Tuyo mismo. Después de haber abrazado con Tus manos en la fe a quienes tan alejados se encontraban de Ti para que recibiera Tu misericordia. Después de 400 años en los que Te has mostrado a nuestros ojos como el manso cordero, en los que Tu divina gracia nos ha envuelto como una nube de infinita piedad, como bálsamo consolador para los males del alma, aquí nos tienes, Señor.
Después de cuatro siglos, tu Imagen, es hoy el gran icono devocional de La Rambla, a la que han rezado nuestros padres y abuelos, reyes y pobres de solemnidad y de fe, enfermos de cuerpo y de alma. Todos ellos vieron reflejadas sus cargas ante tu Imagen, ese hombre que camina con la cruz a cuestas.
Y aquí estamos para darte desde lo más profundo de nuestro corazón las gracias por tu cercanía, por Tu reparadora presencia y por tantos dones como has concedido a nuestro espíritu y al de tantos rambleños durante 400 años.
A ti, que has dejado tu huella descalza a lo largo de los siglos para que la sigamos día a día regando con Tu luz la semilla que has esparcido. Gracias Señor, por este bendito año de gracia, por convertirnos en humildes medios para ser apóstoles entregados a tu designio y haber sido eslabones de una cadena que durante 400 años se ha ido forjando. Gracias por tu infinita Misericordia.
Con la finalización del Año Jubilar concluye un acontecimiento de especial relevancia para la Hermandad, la Comunidad Parroquial y el pueblo de La Rambla. Hemos vivido con gran satisfacción el constante peregrinar de fieles y devotos que se han postrado ante Nuestro Padre Jesús para ganar las indulgencias, y que ha contribuido a posicionar más si cabe este templo, como lugar de peregrinación. Por eso estamos hoy aquí todos juntos, para dar gracias a Dios por habernos concedido vivir este Año de júbilo, y para expresar nuestro agradecimiento, también, a todas las personas que de un modo u otro han participado y han contribuido a engrandecer este año dedicado al Señor.
A Don Demetrio, que ha vivido con nosotros los momentos más importantes de este Año Jubilar, y que nos acompañó a agradecer al Santo Padre, en Roma, la concesión del mismo. Querido pastor, su nombre y su episcopado estarán ya para siempre ligados a la centenaria historia de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
A Don Antonio, que hoy nos acompaña, junto a nuestro Párroco D. José Ángel, nuestros seminaristas, y nuestras Hermanas de Stella Matutina, que el Señor les proteja y les ilumine siempre.
Al Sr. Alcalde y al Excmo. Ayuntamiento, por su apoyo constante, sabiendo en todo momento cuan grabado está en el corazón de los rambleños el amor a Jesús Nazareno, nuestro Alcalde Perpetuo. Al grupo de hermanos y devotos que han mantenido este templo abierto, día tras día, con el rezo del Santo Rosario durante todo el año, facilitando que tantos fieles pudieran orar ante el Señor. Y aquellos hermanos que han contribuido a dar a conocer todos los actos llevados a cabo a través de los medios de comunicación o redes sociales.
Hemos conmemorado 400 años de fe, miramos al pasado, pero sin perder la esperanza en el futuro, abriéndonos al mundo y siendo sensibles a las necesidades de quienes nos rodean, y este año del Señor se nos reveló como una oportunidad única para fortalecer nuestra fe y dar testimonio cristiano mediante las obras de misericordia.
Por ello, se ha llevado a cabo una importante obra social específica para este aniversario, colaborando con instituciones de nuestro pueblo, tales como la Residencia Santo Cristo de los Remedios, de las Hermanas Mercedarias de la Caridad, y la Asociación de Alzheimer, en ambos casos con la donación de dos equipos de material de fisioterapia especializado en geriatría, tan necesario para su labor. Y otro proyecto social, destinado a un lugar más lejano y necesitado, al Instituto de las Hermanas Bethlemitas (Hijas del Sagrado Corazón de Jesús), en El Salvador, que trabajan en comunidades en una difícil situación de pobreza.
Y no podemos finalizar este año del Señor sin olvidarnos, querido Don José Ángel, de nuestra parroquia, corazón espiritual de nuestra comunidad, de la que somos parte y como tal nos sentimos, con una contribución, un granito de arena, para esa obra titánica del tejado del templo.
Hoy queremos entregar a nuestro párroco, de manera simbólica esta contribución, también como fruto de este Año Jubilar.
Que el Señor os bendiga.